Todos los días nos enfrentamos a decisiones grandes o pequeñas que pueden cambiar el curso de nuestra carrera. ¿Debería tomar este proyecto? ¿Será que pido el aumento? ¿Me tomo un año sabático? ¿Y si me quedo hasta tarde terminando esto?

Pero algunas veces omitimos decisiones mayores que nos permitirían en 20 años mirar atrás con satisfacción, o con arrepentimiento.

A continuación algunas de las decisiones que solemos tomar, pero de las que nos vamos a arrepentir en 20 años… o antes:

Pretender ser alguien que no eres.

Quizás estás pretendiendo que te encanta el golf para impresionar a tu jefe, o estás quedándote callado frente a algo solo para evitar un conflicto. Quizás estas fingiendo que eres experto en algo que realmente no te gusta. Estar pretendiendo todo el tiempo que eres algo que no eres te va a hacer sentir frustrado, vacío y agotado.

Tomar decisiones basado solamente en el dinero.

Puede tratarse de tu salario o del presupuesto de tu propio proyecto, pero tomar decisiones basado solo en el dinero está pasando de moda. Sí claro, el dinero es importante, y tener las cuentas claras también, pero hay muchos otros factores para tener en cuenta que te pueden dar más satisfacción en el largo plazo. Para empezar podrías usar tu intuición para tomar decisiones y quizás preguntarte, ¿Cuál es la mejor opción para todos los involucrados?, o ¿Qué me hace más feliz? o ¿Qué me da más paz?.

Conformarte.

Tienes un trabajo y eso es ganancia, con un salario que cubre lo básico y te sobra para viajar de vez en cuando, tienes beneficios y todo el mundo a tu alrededor piensa que eres muy afortunado por el trabajo que tienes…. pero en el fondo de tu corazón hay algo que sueñas, algo que realmente quieres. No te estás haciendo ningún favor dejando esos sueños y ambiciones a un lado solo porque tienes la suerte de tener un trabajo y no lo quieres soltar, eso se llama miedo y ya es tiempo que lo sepas.

Empieza a ver el miedo a la cara y a creer que realmente te mereces ese cargo, ese buen salario, ese año sabático, empezar esa empresa, tomar esa oportunidad.

Trabajar 50, 60, 80 horas a la semana.

Tal vez pienses que la única manera de alcanzar las metas de este año en el trabajo sea quedarte hasta tarde todos los días, las razones son varias; necesitas el trabajo, quieres impresionar a tu jefe, necesitas demostrar que te importa. Pero en 20 años vas a recordar ese negocio? Ese proyecto?, en 20 años vas a desear haberte esforzado más por esas cifras? O por el contrario en 20 años vas a desear haber pasado más tiempo con amigos, con tus hijos o con tus padres?

Poner a la familia y los amigos en el último lugar.

Cual es tu definición de éxito? Muchos han logrado llegar a donde se lo propusieron, gracias a las personas de las que estaban rodeados, la mayoría de las veces, es nuestra red de apoyo la que nos empuja hacia arriba y nos levanta cuando caemos. La inversión en construir relaciones fuertes y duraderas es de bajo riesgo y muy alta rentabilidad. Invierte en tomarte un café, en salir a caminar con tu pareja, en hacer esa llamada y no enviar un texto, en cocinar para alguien, en invitar un amigo a tu casa.

Perseguir la perfección.

Hay una frase de Rebecca Solnit que lo resume bien: “La perfección es el enemigo de todo lo demás, arruina lo bueno, lo realista, lo posible y lo divertido”. No perdamos el tiempo en detalles minúsculos que no hacen la diferencia. Por supuesto que esto no es una invitación a la mediocridad, es solo una invitación a levantar la mirada y disfrutar la autenticidad de nuestra creación.

Tener miedo a equivocarse.

Casi siempre el miedo a equivocarnos está asociado al miedo a lo que piensen los demás de nosotros. Cuando dejamos de preocuparnos por las opiniones de otros soltamos un gran peso y ganamos libertad. Eso aplica en todos los aspectos de la vida. El mayor beneficio que trae equivocarse es el aprendizaje, así que si ya tuviste la suerte de equivocarte y todavía te pesa, tómate unos segundos para perdonarte, reflexiona sobre lo aprendido y vuélvelo a intentar.

Pensar solo en tu beneficio.

Si estás buscando vivir en propósito, eso significa reconocer tus habilidades y talentos y ponerlos al servicio de otros. Al mismo tiempo reconocer los talentos y habilidades de otros y aprender a recibir su servicio. Nuestra sociedad enfocada en la competencia ha dejado de lado el principio humano básico de la cooperación, y en este nuevo ciclo de consciencia, volvemos a lo básico, a servir a otros y a recibir de otros con gratitud.

Cuál de estas decisiones tomabas y estás dispuest@ a cambiar? Escríbeme en los comentarios.